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Foto del escritorCésar Estrada

Repensar la violencia y sus narrativas en México

Los días 21 y 22 de febrero impartí el módulo "Violencia, inseguridad y discurso público en México" a estudiantes, periodistas y funcionarios públicos inscritos en el diplomado "Estudios Políticos de Sociedad y Gobierno" en el Colegio de San Luis. El diplomado, que durará de enero a mayo de este año, cuenta con al menos once módulos que tocan temas variados de la actualidad política y social de México. Análisis político, evaluación de políticas públicas, migración, conflictos ambientales, democracia e inclusión, son algunos de los temas que distintos académicos de universidades de México y el extranjero impartirán en el marco del diplomado–el primero en su tipo en El Colegio de San Luis.


En el módulo sobre violencia y discurso público que tuve la oportunidad de dirigir, revisamos algunas herramientas analíticas para examinar de manera crítica las causas, dimensiones y consecuencias de la violencia masiva en México y de sus discursos en la esfera pública.


Durante el módulo, revisamos el contexto histórico de las violencias en México, e identificamos las principales características de la expansión, desde 2008, de la violencia letal en el país. Además, con base en el enfoque crítico a las narrativas y el conflicto violento, examinamos de forma crítica algunos de los principales discursos académicos, periodísticos y políticos en torno a la violencia.

Exploramos, por ejemplo, las narrativas sobre la violencia e inseguridad durante el sexenio del entonces presidente Felipe Calderón. Discutimos–y desmontamos–los argumentos que sirvieron como justificación de esquemas punitivos de seguridad pública, de la militarización de la llamada "guerra contra las drogas." Un objetivo del curso fue generar una sensibilidad analítica frente a la deshumanización a la que son sujetos ciertos grupos sociales; la narrativa de la guerra contra las drogas, por ejemplo, no sólo estigmatiza a consumidores de drogas y criminaliza a las víctimas de la violencia, sino que también genera categorías sociales de víctimas y perpetradores carentes de humanidad (es decir, de complejidad).


Como toda narrativa de conflicto, el relato de la "guerra contra las drogas" simplifica sus explicaciones, acota la perspectiva histórica detrás de la violencia, identifica a pocos personajes en disputa, y sostiene marcos normativos fijos y comúnmente dicotómicos.


Por ejemplo, la narrativa de la guerra contra las drogas, repetida constantemente entonces por Calderón y por medios de comunicación, sostiene que la violencia surgió porque una serie de "criminales en busca de ganancias económicas y dispuestos a todo comenzaron una guerra entre ellos, frente a lo cual el Estado mexicano no tuvo otra opción más que actuar, desplegando a las fuerzas armadas para mantener el orden social." Esta narrativa des-historiza el complejo entramado de eventos que precedieron el repunte de la violencia en México desde 2008. Sin embargo, la guerra contra las drogas en México es de larga data (al menos, su forma moderna, inicia desde las primeras prohibiciones de marihuana, coca, y opio a inicios del siglo pasado) y ha involucrado a diversos actores tanto locales como extranjeros (gobiernos locales y el gobierno de EEUU han sido clave), tanto públicos como privados, y se ha servido de discursos estigmatizantes de grupos sociales asociados con las drogas.


Análisis crítica de la narrativa de la "guerra contra las drogas"

Este relato, propagado también en medios de comunicación y discursos académicos, hace uso de la deshumanización de sus protagonistas en el sentido que los coloca bajo marcos interpretativos poco complejos: "los narcos sólo quieren dinero y están sedientos de sangre;" "los militares son incorruptibles y pelean por la patria;" "las víctimas de la violencia mueren porque están involucradas en el narco," son todos lugares comunes de esta narrativa que no permiten una verdadera reflexión social sobre por qué, como sociedad, hemos llegado a esta situación. Y si no existe una evolución contundente del discurso público, y no se genera el lenguaje necesario para re-nombrar la violencia y revelar su transgresión a la condición humana, entonces es muy complicado, como lo ha argumentado la profesora Pía Lara, "aprender de nuestra catástrofe" y generar condiciones que nos permitan superar la violencia.


Hacia el final del módulo, rastreamos los cambios centrales en el discurso presidencial en torno a la violencia durante las administraciones de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y lo que ha transcurrido del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Estudiamos cómo hemos pasado de una narrativa de conflicto radical durante Calderón ("Con los narcos no se puede negociar, y deben ser enfrentados con todo el poder el Estado, incluso si eso conlleva la pérdida de vidas humanas"), luego por un discurso de no-conflicto durante el gobierno de Peña ("La violencia se está administrando" mientras que "Un conjunto de reformas estructurales que traerán la modernización al país"), y ahora con un discurso que aunque no es radical y significa un avance en el reconocimiento de los efectos de la violencia en México ("Ya no habrá guerra contra el narco" y "la violencia no se combate con violencia"), sigue siendo una narrativa simplificada que depende de un entendimiento limitado y dicotómico de nuestra sociedad ("La violencia es producto del neoliberalismo y de la corrupción," y "La violencia se desató por el consumo de drogas o por la pérdida de valores," y "Los movimientos de víctimas están siendo utilizados por nuestros enemigos los conservadores"). Transitamos, con sus matices, de un discurso simplista a otro no mucho más complejo.


En otras palabras, la tragedia de la violencia en México no se debe solamente al sufrimiento social que esta ha traído a cientos de miles de personas (más de un cuarto de millón de asesinados en los últimos doce años, por lo menos sesenta mil desaparecidos, cientos de miles de desplazados, miles de fosas clandestinas, son algunos de los saldos más hirientes de la violencia), sino también a los efectos que tiene en nuestra forma de entender, de nombrar, de dar sentido a una violencia avasallante. La violencia también fractura nuestra capacidad para narrarla.


Y a su vez, la tragedia de la violencia radica en que genera, las más de las veces, las mismas narrativas sociales que justifican e incluso normalizan la violencia misma.


Ciertamente, se han construido relatos alternativos a aquellos planteadas por el gobierno o incluso por actores criminales armados. Desde colectivos de víctimas, organismos no gubernamentales locales e internacionales, desde la academia y el periodismo, nuevas narrativas que evitan la deshumanización de víctimas y perpetradores han tratado de incidir en las discusiones públicas sobre la violencia en México.


Desde estas trincheras se han articulado narrativas más complejas, que documentan los daños y el sufrimiento causados por la violencia a todas sus víctimas, y que proponen nuevas formas de entender cómo llegamos al momento histórico donde estamos, y quizá cómo podemos salir de la normalización del horror en México.


Por ejemplo, una serie de comunicaciones enviadas a la Corte Penal Internacional, en La Haya, enmarcan la violencia en México como delitos de lesa humanidad, promoviendo así una narrativa más compleja que la de "una guerra entre narcos." A pesar de que la CPI no ha admitido abrir una investigación preliminar en México (sí lo ha hecho respecto a las miles de muertes de la "guerra contra las drogas" de Rodrigo Duterte en Filipinas), estos ejercicios de documentación representan esfuerzos por cambiar la narrativa de la violencia en el país, para dejar atrás nociones como la de "narcos irracionales" o de "víctimas culpables." Para superar la idea de que es sólo un problema de "criminalidad" y en su lugar entenderlo como un proceso complejo donde sectores de la población están siendo exterminados.

El módulo no ahondó en este último aspecto; dejó algunas pistas y sentó algunas bases para su estudio. Ya habrá momento para seguir con esta agenda.


c.e.





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